viernes, 8 de febrero de 2013

En ti

En las profundidades de tus ojos me perdí

Y en la intensa luz de tu mirada me hallé

Cambié el recto camino de toda una vida

Por un sinuoso sendero de amor.

 
La calidez de tu cuerpo refugio me dio

Y con tu suave piel de seda me cubrí,

Mi cuerpo y alma se regocijaron…

Era esa dulce esencia, aquel exquisito calor.

 
Cuando la oscuridad se robó las estrellas

Un par de océanos de miel me alumbraron

Y en las noches en que el frio el alma calaba

Tus brazos en el hogar de tu ser me acogieron.

 
Te encontraste con mi curtido corazón

Y del manantial de tus labios lo dejaste beber,

Cualquier reflector que antes pude haber visto

Palideció ante la luz de tu sonrisa.

 
No sé si te cortaron las alas y caíste en el bar,

No sé si mi Madre siempre oportuna allí te mandó,

Yo creo que me las diste ese día sin siquiera darte cuenta

Porque aun siendo mi cable a tierra solo tú lograste hacerme volar.

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